Llegás a tu casa, te lavás las manos y pensás que con eso ya estás listo para relajarte… La verdad: estás haciendo lo mismo que casi todos… y es un error.
Hay algo que estás dejando pasar —y es muchísimo más importante de lo que creés—.
Soy Lu de Almacén y te voy a contar 3 razones por las que deberías ponerte el pijama apenas entrás a tu casa.
Te prometo que después de esto no vas a querer seguir con la ropa del día ni 10 minutos más.
1. Desconexión real 🧘♀️✨
Cuando te cambiás, tu cuerpo entiende algo antes que vos: “el día terminó”.
Es increíble, pero apenas cambiás la ropa, la cabeza baja un cambio sola.
La tensión afloja, aparece un poquito de calma… y es como un mini “reset” mental que te prepara para estar mejor con vos y con los tuyos.
A mí me pasaba que llegaba a casa, seguía con la misma ropa horas… y sentía que nunca “bajaba”.
Hasta que lo cambié. Y posta: funciona.
2. Salud 🧼
Lavarte las manos no alcanza.
La ropa que trajiste puesta todo el día acumula de todo: polvo, microbios, olores, transpiración, suciedad de transporte, del trabajo, de la calle…
Y eso entra con vos a tu casa.
Cambiarte apenas llegás es un acto de higiene real, pero también de bienestar energético.
Dejar afuera la ropa del día es dejar afuera todo lo que arrastraste con ella: el estrés, el ruido y las malas vibras.
Elegir estar “limpio” de verdad —por fuera y por dentro— es una forma de cuidarte mucho más profunda de lo que parece.
3. Comodidad que te cambia el humor 😊
Acá hablo de cómo se siente tu cuerpo al llegar a casa.
Porque no es lo mismo seguir con la remera del día que ponerte una remera de pijama suave, liviana, que te acompaña y no te aprieta en ningún lado.
Y tampoco es lo mismo un jean duro, ajustado para estar presentable en el trabajo, que un short fresco y cómodo , pensado justamente para relajarte.
Son sensaciones distintas.
Tu cuerpo reconoce enseguida cuándo está “en modo casa”.
Y cuando esa comodidad aparece… todo fluye un poco más.
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Si todavía no tenés este hábito… probalo hoy.
Es un gesto chiquito, simple, pero te cambia el ánimo, el descanso y hasta la energía de tu casa.
Con todo mi cariño,
Lu 💛
